Los laboratorios naturales pueden ser entendidos como lugares geográficamente delimitados con atributos únicos en los cuales es posible estudiar procesos naturales, tanto geológicos como biológicos, desde múltiples disciplinas científicas. Debido a su diversidad de ecosistemas, Chile es un territorio con presencia, y potencial de existencia, de varios laboratorios naturales. Un conocido ejemplo corresponde a la astronomía, cuyo desarrollo está asociado a la presencia de capital humano avanzado, infraestructura, institucionalidad, pero también debido a un escenario privilegiado donde participa la aridez del desierto de Atacama y la altura de los Andes.

En el marco del proyecto NODO Laboratorios Naturales Subantárticos (financiado por ANID), dirigido por la Dra. Laura Sánchez Jardón y ejecutado por la Universidad de Magallanes, Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia, Universidad de Aysén, Pontificia Universidad Católica y Universidad de La Frontera, se ha definido a los Laboratorios Naturales Subantárticos como los extensos territorios y maritorios chilenos (43°-60°S) interconectados más cercanos a la Antártida, con un impacto antropogénico reciente y moderado en comparación con otras zonas del mundo, con una distribución polar y más meridional en la que la mayoría de la superficie está bajo figuras de protección oficial, ya que en este lugar ocurren procesos geológicos y biológicos altamente susceptibles al cambio global.

Fotografía de Carla Henríquez Velázquez: Bahía Parry, Magallanes y la Antártica Chilena

El propósito de abordar el quehacer científico en la zona austral, bajo la mirada de los Laboratorios Naturales Subantárticos, ha sido promover la articulación de una red colaborativa de actores del ecosistema en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCi) con participación no solo de la academia, sino también desde el sector público, privado y la sociedad civil. Esto, debido a que la actividad científica no está exenta de elementos, políticos, económicos, institucionales y éticos, por ejemplo, en el artículo científico The politics of a natural laboratory: Claiming territory and governing life in the Galápagos Islands, se explora el caso de las Islas Galápagos cuyo laboratorio natural no solo se configura como un espacio de producción y validación de conocimientos, sino también incuba procesos de gubernamentalidad de determinados conocimientos respecto a otros (conocimientos expertos versus conocimientos locales) y de la vida y la muerte (especies invasoras respecto a las especies nativas).

El artículo: The most perfect natural laboratory in the world: Making and knowing Hawaii National Park, aborda críticamente el caso del Parque Nacional de Hawaii, indicando que se crearon parques nacionales que facilitaron el ingreso al territorio de comunidades científicas, pero dificultaron y limitaron el acceso y participación de las propias comunidades locales. La recomendación que se extrajo de dicho estudio refiere a la necesidad de que los laboratorios naturales implementen agendas compartidas entre los distintos actores que lo conforman, sean del sector académico-científico, público, privado y sociedad civil. Los laboratorios naturales deben ser convocantes de distintas maneras, ya que los actores no científicos también poseen expectativas sobre el territorio que, ahora, es delimitado bajo la conceptualización de Laboratorio Natural.

Para el caso chileno, en 2021 se publica: Laboratorios naturales en países emergentes y ventajas comparativas en ciencia: evidencia desde Chile de Aguilera y Larraín, donde se relevan los “efectos positivos indirectos” para otros actores no científicos ni académicos en la constitución de Laboratorios Naturales. Ejemplo de ello es la valorización de los territorios, educación científica, la promoción de la imagen país, el desarrollo de actividades económicas relacionadas con los Laboratorios Naturales como el turismo científico, pequeñas industrias especializadas y servicios logísticos.

Fotografía de Laura Sánchez Jardón: Valle lunar, sector Jeinimeni del Parque Patagonia, Región de Aysén.

Para el caso de los Laboratorios Naturales Subantárticos, el proyecto implicó realizar estudios diagnósticos con un fuerte énfasis en la participación ciudadana, donde se identificaron ocho grandes desafíos para el quehacer de estos laboratorios en la macrozona austral: 1. Los desafíos en materia de Institucionalidad y gobernanza para los Laboratorios Naturales Subantárticos en relación a otros instrumentos y actores, 2. El impulsar procesos de fortalecimiento de las capacidades en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación para los Laboratorios Naturales Subantárticos. 3. Disponer de agendas de investigación e innovación sobre problemáticas locales, 4. El impulsar instancias para la divulgación y apropiación social de las ciencias. 5 Articulación con el sector productivo resguardando el medio ambiente. 6. Dimensionar y tomar medidas sobre los múltiples impactos de sectores productivos en actividades antrópicas, 7. Abordar localmente el escenario global del cambio climático y 8. El abordar de manera ética el relacionamiento comunitario con pueblos originarios situados en la macrozona austral.

A pesar de los múltiples desafíos, la hoja de ruta de los Laboratorios Naturales Subantárticos, en esta actual versión, está enfocando acciones, proyectos e iniciativas en tres grandes Programa de CTCI: el primero de ellos corresponde al Programa de Educación y Apropiación Social de las Ciencias, enfocado en activar procesos de socialización de conocimientos generados en el marco de los Laboratorios Naturales Subantárticos. El Programa Ciencia en el Territorio, cuyo propósito es articular los Laboratorios Naturales Subantárticos con actores del ecosistema de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación, especialmente actores del sector público y la sociedad civil. Finalmente, el Programa Desarrollo sostenible, cuyo foco es promover y complementar procesos de desarrollo económico y social, pero considerando el cuidado del medio ambiente y bienestar social.

Por lo pronto, Chile tiene el gran desafío de activar e incentivar el quehacer de laboratorios naturales a lo largo del país, y de manera simultánea, en no concebir estos laboratorios como espacios escindidos de los procesos de desarrollo. La ciencia, tecnología, conocimiento e innovación está adherida al bienestar social, pero el cómo se generan estos procesos de articulación virtuosa es una tarea que no solo incumbe a la academia sino a la sociedad en general, parte de este camino pretendemos seguir recorriendo a través de los Laboratorios Naturales Subantárticos.

Dr. Patricio Padilla Navarro
Instituto de Desarrollo Local y Regional de la Universidad de La Frontera.
Equipo, Hoja de Ruta. Proyecto Nodo Laboratorios Naturales Subantárticos.

Nota original en Ciencia en Chile